El año 2020 ha sido especialmente duro para el sector turístico debido a la pandemia del coronavirus y a las restricciones de movilidad a nivel nacional e internacional.
En la Costa del Sol han cerrado alrededor del 70 % de los establecimientos hoteleros durante la mayor parte de la pandemia, la cual sigue azotando el territorio nacional a día de hoy. La incertidumbre es constante ya que las continuas oleadas echan por tierra las expectativas de los Hoteles de salvar ciertas épocas del año fuertes para el turismo.
El verano no consiguió dar el empuje suficiente al sector para poder afrontar un otoño y navidades con apenas movimiento. Muchos de los establecimientos que esperaban salvarse durante el verano hicieron inversiones de gran cuantía para adaptar sus establecimientos a los requerimientos de seguridad e higiene demandados por las administraciones; siendo inservibles en muchos casos.
La imagen de España a nivel internacional no ha sido buena, incluso llegando a haber recomendaciones por parte de algunos países europeos como Alemania, Reino Unido y Francia de no viajar a la península debido al riesgo sanitario que suponía.
El ejecutivo español no ha sido de gran ayuda ya que al imponer cuarentenas de 10 días a los extranjeros llegados a nuestra tierras, los desmotivaba a realizar dichos viajes. El segundo estado de alarma decretado en el país, acompañado de los toques de queda nocturnos imposibilitaban el disfrute de los pocos turistas que acudían a la Costa del Sol.
Según la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (AEHCOS) el 82 % de los hoteles desde Torremolinos hasta Mijas han permanecido cerrados durante toda la pandemia. Solo han abierto algunos Hoteles de lujo de Marbella y los de Málaga Capital, ya que eran los destinos preferidos tanto a nivel nacional como de los pocos extranjeros que venían a nuestra provincia gracias a su oferta de turismo de trabajo o cultural en el caso de Málaga Capital.
Las facturaciones de los hoteles que han seguido abiertos se han visto afectadas en gran medida, siendo el caso que la mayoría de los establecimientos hoteleros están perdiendo dinero. Según el presidente de AEHCOS Luis Callejón “mantener cerrado un hotel de cuatro estrellas y 100 habitaciones cuesta un mínimo de 50.000 euros al mes y abierto alrededor de 120.000 euros.”
Es por esto que el sector reclama ayudas y bajadas de impuestos a las distintas administraciones para poder sobrevivir a esta crisis; sino temen que los ERTES se conviertan en un futuro en ERES, conllevando el cierre de los establecimientos y desinflando el pulmón hotelero de la Costa del Sol.
Pero no todo son malas noticias para la industria hotelera….
Se atisba el principio del fin de esta pandemia gracias a las vacunas que están siendo suministradas a nivel mundial. Las expectativas de que el verano 2021 se pueda normalizar el turismo de nuevo, ilusiona a los empresarios hoteleros.
Se van a ir adoptando las medidas convenientes para asegurar la seguridad de los huéspedes ante el COVID-19. Se está hablando de impulsar un pasaporte de vacunación el cual acredite que has sido vacunado del virus y se te permitirá viajar sin problemas.
Por eso los establecimientos hoteleros están preparándose para la vuelta e intentan apostar por nuevos elementos que incrementen su ventaja competitiva o les ayuden a diferenciarse de los competidores con ofertas únicas.
En este aspecto entraría Activacar como proveedor integral de soluciones de movilidad 100% eléctricas. Nuestro servicio no solo ayudaría al establecimiento hotelero a que mejorase su ventaja competitiva, sino que también ayudaría al Hotel con unos ingresos pasivos continuos. Activacar ofrecería la posibilidad a dichos Hoteles de tener coches eléctricos a disposición de sus clientes para que realizasen sus desplazamientos y también ofreciendo itinerarios turísticos de lo más variados.
Activacar es el futuro del turismo en la Costa del Sol.
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